Había una vez en un gran bosque verde, habitaba un oso llamado Señor Don Oso.
Al Señor Don Oso le gustaba salir todas las mañanas a caminar al bosque, todos los días tomaba el camino al rio en donde lavaba su cara.
Después seguía paseando, siempre en busca de abejas, cuando encuentra una la sigue, la abeja vuela de una a otra flor recolectando néctar y polen.
Cuando la abejita está llena, comienza su viaje de regreso a su panal, el Señor Don Oso, siempre atento siguiéndola.
La abeja llega a un árbol el cual tiene una pequeña entrada por donde
ingresa a depositar lo que ha recolectado.
El Señor Don Oso se acerca y toca la puerta, toc toc toc, toc toc
toc.
La abejita escucha y se pregunta quién será, vuela a la entrada y ve
que es el Señor Don Oso.
La abeja le responde ¡hola señor don Oso!, ¿en qué te puedo
ayudar?.
El Señor Don Oso le dice hola doña abejita, vine a preguntar si tiene
miel que me venda, es que a mí me encanta la miel. La abejita le
contesta que con mucho gusto le dará un poco de miel, y señalando un
trozo de panal cargado de miel le dice al Señor Don Oso que puede
tomarlo.
El Señor Don Oso agradece a la abejita y toma el camino de regreso a
casa.
Al llegar a casa el Señor Don Oso abre la puerta y ¿quién esta ahí?,
¡es bebe oso!.
Bebe oso lo mira con alegría y le pregunta papáaaa ¿a donde fuiste?,
yo estaba muy preocupado y solo en la casita.
Con una sonrisa el papá oso le dijo que salió a caminar por el bosque
y que encontró a una abejita y la siguió a su panal, y le enseño el
gran trozo de panal con miel que le dio.
Le explico que de ahí sacaría miel, bebe oso no sabía lo que era la
miel porque nunca antes la había visto y menos probado.
El Señor Don Oso entro a la cocina y le dijo a bebe oso que le pasara
un tarro de vidrio, bebe oso busco y le paso un gran tarro, y el papa
oso se puso a exprimir el panal y toda la miel fue a parar al tarro
hasta llenarlo.
Una vez que termino, le pidió a bebe oso que le pase un pan, el señor Don Oso tomo un cuchillo y corto el pan en rodajas y lo unto con una generosa cantidad de miel, el primer trozo se lo dio a probar a bebe oso, este muy emocionado y expectante le dio una mordida al pan con miel y le encantoooo.
El Señor Don Oso corto más rodajas y las fue untando con miel y así
comieron pan con miel.
En eso estaban cuando de pronto la puerta sonó toc toc toc, toc toc
toc, bebe oso camino a la puerta y pregunto ¿quién es?, a lo que del
otro lado se escuchó: Soy yo mamá oso, bebe oso se apresuró a abrir la
puerta y ahí estaba parada ¡¡mamá oso!!
Bebe oso le pregunto ¿a dónde fuiste?, ¿por qué tardaste tanto?, a lo
que mamá oso respondió: hoy me toco ir a oficina bebe oso, pero ¿qué
crees?, te he traído un regalo, y le dio su bolso y le dijo a bebe oso
que buscara.
Bebe oso busco en la bolsa y ¿qué crees que encontró?... unos
cheeeetos!!!, bebe oso se emocionó y le dio las gracias a mamá oso.
Mamá Oso se dirigió a la cocina y saludo con mucha emoción al Señor Don Oso, él le tenía preparadas varias rodajas de pan con miel, y comieron juntos.
Bebe oso se acercó con la bolsa de chetos abierto y compartió con mamá oso y papá oso y le dijo que era bueno compartir.
Fin