El monito Vendedor

El monito vendedor

Había una vez en un gran bosque muy verde y frondoso vivía un monito en la copa del árbol más alto.

Al monito le gustaba levantarse muy temprano, apenas saliendo el sol ya tenia sus herramientas, bolsas y cubetas acomodados y listo para salir.

Bajaba del arbolito y tomaba el camino en dirección al rio, llegando al rio, bebía, se daba un buen baño, después llenaba sus cubetas con agua y emprendía su camino para subir el cerrito.

Llegando a la cima del cerrito, ¿¿adivina que había??.... un campo de fresas! Al monito le gustaba mucho cultivar las fresas, era muy cuidados con cada plantita, las revisaba, si veía que tenía alguna hierva la arrancaba, si alguna hoja estaba maltratada la cortaba y al finalizar de inspeccionar cada plantita, procedía a regarlas.

Después el monito comenzaba a cosechar las fresas mas grandes y maduras, aquellas con un color rojo rojo y tan grandes como un puño, y llenaba sus bolsitas.

Terminando de cosechar el monito tomaba el camino en dirección al pueblito, en el centro del pueblito había un mercadito en donde el monito tenia un lugar en donde vendía sus fresas.

Llegando acomodaba un tapete en donde ponía sus bolsas con fresas y comenzaba a ofrecer sus frutas muy gentilmente (léase con tono chilango de tianguis), pásele vara vara vara varaaaa, pásele marchantita, aquí les tenemos las mejores fresas, fresas dulces, fresas de calidad fresas recién cortadas del cerritoooo, no le busque más aquí están los mejore precios a solo 20 20 varos 20 varitos la bolsa…. Y así continuaba ofertando las fresas, la gente pasaba por una bolsa, algunos por dos bolsas, otros mas hasta por cuatro bolsitas.

Al medio día al monito le daba hambre, dejaba un momento su puesto e iba a comprar un licuado de bananas en el puesto de licuados y después unos pancitos de banana en el puesto de panes y regresaba a su puesto y se comía su licuado y su pancito.

Al llegar la tarde el monito recogía su puesto y caminaba a la salida del pueblo en dirección a su casa, pero saliendo del pueblo había un parque con juego como columpios, sube y baja, resbaladilla, y jugaba en cada juego un ratito, pero le gustaba mucho el arenero, entonces entraba en el arenero con sus juguetes y una botella de agua, regaba el agua y se ponía a hacer figuras de arena, castillos y así se la pasaba jugando un rato.

Cuando se hacia más tarde, agarraba sus cosas y ahora sí, directo a su casa, llegando a su árbol subía y habría la puerta, y ¿adivina quién lo esperaba??... un quichi quichi y un michi michi quienes eran sus mejore amigos, revisaba que tuvieran comida y agua fresca, y de su bolsa sacaba unas fresas, las mas bonitas las aguardaba para ellos, el michi y el quichi muy contentos comían las fresas.

El monito se iba a su sofá favorito y se sentaba a leer sus libros.

Fin